ALCOHOLISMO
A menudo se considera que el abuso de alcohol no es un asunto grave, ya sea por tratarse de una problemática común o debido a que cada persona cree estar en control. Para muchas personas, beber socialmente incluso se trata de un símbolo de estatus.
No obstante, el consumo frecuente y desmedido provoca serias afecciones a la salud física, desde males cardíacos y daños al hígado hasta accidentes cerebrovasculares y diversos tipos de cáncer.
Asimismo, se derivan problemas de aprendizaje y memoria, como demencia y bajo rendimiento escolar. Por si esto fuera poco, el sujeto se torna irascible y esto provoca daños a víctimas colaterales debido a la violencia intrafamiliar.
Mediante una desintoxicación supervisada, revelando una autoconciencia de los daños causados y brindando herramientas de soporte, es posible retomar un camino en sobriedad.